Los estudios dietéticos realizados en pacientes con enfermedad renal crónica (ERC) se centraron en las cantidades de nutrientes aislados, pero es posible que la atención excesiva prestada a la restricción de proteínas, sodio, potasio y fósforo pueda comprometer la calidad general de la dieta en términos de micronutrientes y palatabilidad. En cambio, centrarse en patrones de alimentación saludables de calidad nutricional puede proporcionar un mejor enfoque para mejorar las prescripciones nutricionales en pacientes con ERC. Pero, ¿puede la dieta mediterránea tener un impacto positivo en la salud renal?
Dieta mediterránea
Este tipo de dieta se centra en la ingesta de nutrientes principalmente en alimentos de origen vegetal, a saber: frutas, verduras, legumbres y grasas insaturadas derivadas del aceite de oliva, frutos secos, semillas y pescado. Al mismo tiempo, las aves de corral, la carne roja y los huevos son limitados, pero no se excluyen por completo. Las frutas se consumen principalmente al final de la comida. El vino se consume con moderación junto con los productos lácteos. Además, se prefieren los alimentos integrales a base de granos a los más procesados. Por lo tanto, toda esta dieta puede conducir a muchos cambios fisiológicos que pueden contribuir a la preservación de la salud renal.. Específicamente, puede conducir a mejoras en el control de la presión arterial, el perfil lipídico plasmático, la inflamación sistémica y el mantenimiento del peso corporal.
Dieta mediterránea en la salud renal
El potencial efecto beneficioso de la dieta mediterránea sobre la enfermedad renal crónica parece evidente, tanto en términos de prevención del desarrollo de la enfermedad establecida como en términos de ralentizar la progresión de la enfermedad. En particular, los resultados positivos parecen depender más de la ingesta de nutrientes específicos como legumbres, nueces y verduras. Por otro lado, la carne roja / procesada y el alto consumo de alcohol generalmente tuvieron un impacto negativo en la salud renal.
Además, la dieta mediterránea parece tener un efecto positivo también en el control metabólico de los pacientes diabéticos, y puede ayudar a reducir la incidencia de complicaciones orales y cardiovasculares en esta población de alto riesgo. Sin embargo, se necesitan más estudios, especialmente para aclarar la efectividad de la dieta mediterránea para retrasar la progresión de la ERC y el impacto del origen étnico y los regímenes dietéticos previos.
Práctica clínica
En particular, la dieta mediterránea se ha asociado con una menor incidencia de diabetes, enfermedades cardiovasculares y obesidad, todas las condiciones que también están estrictamente relacionadas con la enfermedad renal crónica. Dado su bajo contenido de proteína animal y alto contenido de fibra, es posible que este patrón dietético también tenga efectos positivos sobre la ERC, así como sobre sus complicaciones metabólicas.
Referencias bibliográficas
Sugerencia de estudio: ¿Cuál es el impacto de la dieta en la enfermedad renal crónica?
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Artículo: Dieta
mediterránea y enfermedad renal crónica
– Caldiroli L, Molinari P, Abinti M, Rusconi C, Castellano G, Vettoretti S. ¿Puede la dieta mediterránea tener un impacto positivo en la salud renal? Una respuesta pendiente a una pregunta de mucho tiempo. Nutrientes. 2022; 14(20):4366. https://doi.org/10.3390/nu14204366