Varios aspectos deben tenerse en cuenta en el desarrollo de un plan de alimentación. Entre ellos podemos mencionar el económico, ambiental, sensorial, nutricional y práctico, tanto en la búsqueda de alimentos como en la preparación de los mismos.
La “Nueva Dieta Nórdica” nació en Dinamarca en 2004, fruto de la unión de estos aspectos, y su premisa es establecer un patrón de alimentación saludable de la población, priorizando el uso de ingredientes regionales frescos, sostenibles, saludables y sabrosos.
¿Cómo funciona la Nueva Dieta Nórdica?
Los alimentos deben ser preferiblemente orgánicos, frescos y cultivados localmente para minimizar el transporte, como cebada entera y granos de centeno; o silvestres, como hongos, moras y ciruelas, fomentando la biodiversidad y minimizando el uso de fertilizantes y pesticidas. Las fuentes de proteínas priorizadas son el pescado y los huevos, y en menor medida la carne roja y los productos lácteos.
En resumen, más calorías deben provenir de alimentos vegetales y menos de carne; se deben incluir más alimentos del mar y los lagos; y más alimentos silvestres. Los alimentos procesados deben evitarse tanto como sea posible.
Práctica clínica
Los estudios demuestran que este patrón dietético reduce drásticamente los impactos ambientales, disminuye el riesgo de enfermedades crónicas no transmisibles (como hipertensión, obesidad y diabetes) y refuerza el comercio local y la identidad cultural del propio país.
Referencias
Mithril C, Dragsted LO, Meyer C, Blauert E, Holt MK, Astrup A. Directrices para la nueva dieta nórdica. Nutr. Salud Pública Nutr. 2012;15(10):1941-1947. doi:10.1017/S136898001100351X
Saxe H. La Nueva Dieta Nórdica es una herramienta eficaz en la protección del medio ambiente: reduce el costo socioeconómico asociado de las dietas. Am J Clin Nutr. 2014;99(5):1117-1125. doi:10.3945/ajcn.113.066746
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