¿Has oído hablar del Coaching Nutricional? Si no, está bien, al final de este texto tendrás una visión clara de lo que trata este término. Inicialmente, el coaching es una poderosa metodología de desarrollo humano y empoderamiento dirigida a ciertas áreas de la vida, que pueden ir desde el ámbito personal hasta el profesional. Sin embargo, la población vive lo que llamamos una transición nutricional y, por lo tanto, se enfrenta a importantes problemas de salud como el desarrollo de obesidad, enfermedades crónicas no transmisibles (ENT), así como un aumento creciente de los trastornos alimentarios. En este contexto, el aspecto del coaching nutricional gana cada vez más fuerza, ya que ha ayudado de manera significativamente positiva en los tratamientos nutricionales y la reeducación dietética al trabajar con el fin de guiar a las personas que desean obtener más calidad de vida.
A partir de diversas herramientas, coaching y paciente van de la mano para cumplir un objetivo preestablecido ya sea a través de la adopción de menús específicos, pautas nutricionales, herramientas que ayudan en el control mental, enfoque, determinación y compromiso del paciente con el proceso por el cual será necesario pasar para obtener el resultado deseado.
¿Todo el mundo puede ser Coaching Nutricional?
La respuesta es sí, pero hay variaciones en las formas de actuar. O el coach nutricional puede actuar trabajando la mente y la determinación en paralelo con el nutricionista para que juntos puedan despertar la conciencia y la comprensión de la necesidad de cambiar comportamientos y creencias limitantes. O incluso ser un nutricionista que se especialice en coaching para sumar a su práctica clínica y así trabajar con herramientas de cambio de comportamiento, así como con prescripción de menús y pautas nutricionales, ya que estas últimas son atribuciones exclusivas del profesional de la nutrición.
Dicho esto, es importante entender que el Coaching Nutricional utiliza tus conocimientos, herramientas y técnicas para trabajar la mente, no estando restringido solo a temas relacionados con la salud y la alimentación. Esto se debe a que cada cambio proviene de un replanteamiento de pensamientos, actitudes y comportamientos. De esta manera, una vez que estos son “reprogramados”, se vuelve mucho más fácil para el cerebro asociarse y adaptarse a un nuevo estilo de vida, haciendo que los objetivos del paciente sean solo consecuencias de su cambio.
Además, vale la pena mencionar que el coaching nutricional actúa guiando a su paciente en el proceso de reeducación alimentaria, identificación y ruptura de creencias limitantes que muchas veces originan conductas saboteadoras, trabajo con el fin de dilucidar y llevar a la comprensión sobre temas radicales que involucran la alimentación, como, por ejemplo, las dietas milagro para lograr el cuerpo perfecto. Es decir, el proceso se vuelve normal, fácil y placentero.
¿Cómo se realiza el Coaching Nutricional?
El tratamiento se lleva a cabo mediante sesiones que pueden suceder semanalmente, quincenalmente o mensualmente dependiendo de la necesidad del paciente. En este, el profesional realiza junto con el paciente la elaboración de la actividad que será la dirección para que el paciente logre el objetivo deseado.
Estas sesiones cubren varias herramientas que se basan en motivaciones, cambio de comportamiento, responsabilidad personal, autocontrol emocional, valores y propósitos. Estos, cuando se suman, serán los agentes que promueven el estado de conciencia del individuo y su consiguiente cambio. Siendo que este cambio está necesariamente dirigido a construir una vida saludable, reeducación y comportamiento alimentario.
Herramientas esenciales del coaching nutricional
La primera es trabajar con una orientación basada en objetivos y así desarrollar una mayor autonomía en el paciente. Lo que, además de facilitar el trabajo desde motivaciones, hace que los pacientes sean más propensos al cambio debido a la capacidad de ver un propósito o necesidad para ello. Sin embargo, tales objetivos deben ser pensados en conjunto con el paciente y exigibles dentro de su rutina.
Además, en este contexto de generar cambio y transformar la mentalidad, se habla mucho del modelo transteórico que ayuda al coach profesional a identificar cuán motivado y dispuesto está este paciente. Esta se divide en cinco etapas, siendo ellas la pre-contemplación donde no hay conciencia en el paciente sobre el problema enfrentado ni consideración sobre el cambio de hábitos; en segundo lugar, tenemos la contemplación donde el cambio de comportamiento ya está considerado y hay una comprensión de su necesidad, sin embargo, no hay planes para ponerlo en práctica; En tercer lugar, tenemos la preparación, en la que el paciente está dispuesto a modificar su comportamiento y, para ello, ya hay un objetivo y ya se trabajan pequeños cambios de comportamiento a diario; En cuarto tenemos la acción, un momento en el que, de hecho, es posible identificar cambios de comportamiento que han surgido incluso a través de las dificultades que se han superado y, finalmente, tenemos en quinto lugar la fase de mantenimiento que dura alrededor de seis meses y se establecen metas que buscan evitar que el paciente sufra regresión a las etapas anteriores.
¿Qué pasa con la práctica clínica?
Si usted, después de todo lo que leyó anteriormente, despertó el interés en el coaching nutricional y desea llevar esta increíble teoría a su práctica clínica, Science Play en asociación con Luciana Lancha tiene buenas noticias para usted, Clase 15 del Método Lancha
. Lo cual, a través de herramientas de coaching nutricional, le enseñará cómo transformar la vida de su paciente. Además de brindar a los nutricionistas una actualización científica con respecto al peso, la obesidad, los trastornos alimentarios y la nutrición conductual.