¿Qué papel juega la vitamina D en la alergia?

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Un papel de la vitamina D en la regulación de la función inmune se propuso por primera vez después de la identificación de los receptores de vitamina D en los linfocitos. Desde entonces se ha reconocido que la forma activa de la vitamina D, 1α,25(OH)2D3, tiene efectos directos sobre las células T auxiliares naïve y activadas, las células T reguladoras, las células B activadas y las células dendríticas. Existe un creciente cuerpo de literatura que vincula la vitamina D (25 (OH) D sérica, ingesta oral e indicadores sustitutos como la latitud) con diversas afecciones relacionadas con el sistema inmunológico, incluida la alergia. Sin embargo, ¿cuál es el papel de la vitamina D en la alergia?

¿Qué es la vitamina D?

La vitamina D es un secoesteroide obtenido por producción endógena en la piel con la exposición a la radiación UVB o de fuentes alimenticias. Dentro del cuerpo, la vitamina D actúa como una hormona y es bien reconocida por su papel en la homeostasis del calcio y el fósforo y la salud esquelética. Además, todos los tejidos del cuerpo tienen receptores para la forma activa de la vitamina D, 1,25-dihidroxivitamina D (1α,25(OH)2D3) y hay tejidos extrarrenales capaces de convertir 25(OH)D en el metabolito activo, incluyendo ciertas células inmunes.

Además de la salud esquelética, la vitamina D se ha relacionado con varios tipos de cáncer y trastornos autoinmunes con evidencia de un papel en el desarrollo y mantenimiento de la estructura y función pulmonar. Es esta asociación con la función inmune y de las vías respiratorias la que proporciona la base para la hipótesis de que la vitamina D puede tener vínculos directos con el asma y las enfermedades alérgicas.

Vitamina D en la alergia

El aumento epidémico de las enfermedades alérgicas es ahora una importante crisis de salud pública, que afecta a más del 40% de la población en los países desarrollados, con un enorme impacto en las personas, las sociedades y los sistemas de salud. La mayor carga de estas enfermedades ocurre durante la infancia, cuando las tasas crecientes de enfermedad son más evidentes.

A medida que estas generaciones más jóvenes alcanzan la madurez, es posible que el impacto de las enfermedades alérgicas aumente aún más, especialmente a medida que surgen las mismas tendencias en los países en desarrollo en la transición del estilo de vida. Además, si bien la incidencia del asma parece haberse estabilizado en algunos países desarrollados, muchas de estas regiones se enfrentan a un aumento de la alergia alimentaria en lo que parece ser una “segunda ola” de la epidemia de alergia.

El aumento de las enfermedades alérgicas está inequívocamente relacionado con factores ambientales y de estilo de vida asociados con la industrialización y la “occidentalización” progresiva. Se han propuesto varios factores causales para esto, incluidos cambios significativos en los patrones de estilo de vida, la ingesta de nutrientes, la exposición a organismos microbianos y la contaminación del aire.

Sin embargo, la mayoría de estas nociones no pueden explicar individualmente el aumento de la enfermedad. Más recientemente, las variaciones en el estado y la ingesta de vitamina D se han implicado en el desarrollo de alergias y se han considerado como una de varias explicaciones para las asociaciones epidemiológicas e inmunológicas.

Vitamina D en la infancia

La evidencia sugiere que las concentraciones adecuadas o más altas de 25 (OH) D en la infancia generalmente protegen las enfermedades alérgicas. Hasta ahora, el enfoque principal de estos estudios son los resultados alérgicos respiratorios como la rinitis alérgica, el asma y la sensibilización a los alérgenos inhalantes.

Las observaciones epidemiológicas contrarias entre el estado sérico (generalmente protector) y la exposición oral (la suplementación aumenta el riesgo de alergia en muchos estudios) resaltan la incertidumbre que rodea a la vitamina D en el desarrollo de alergias e impiden las recomendaciones de la población.

La mayoría de estos estudios observacionales no tuvieron mediciones serológicas directas de los niveles de 25 (OH) D para confirmar con precisión el estado de vitamina D, y los diseños de estudios transversales que incluyeron niños mayores y adultos no proporcionan evidencia sobre los factores etiológicos. Aunque la importancia no está clara, los resultados muestran que el tiempo y la ruta de exposición pueden desempeñar un papel crítico en la función inmune.

Práctica clínica

Se sabe que un alto porcentaje de mujeres embarazadas en todo el mundo tienen concentraciones de 25 (OH) D en los rangos insuficientes y deficientes. Hay mucha evidencia que muestra que la vitamina D afecta la diferenciación y proliferación de las células inmunes y que los polimorfismos genéticos pueden contribuir a la susceptibilidad a las enfermedades.

Debido a que la etapa temprana de la vida es relevante para la programación de la función inmune futura, es crucial comprender los efectos de la vitamina D e identificar los niveles óptimos de estado. Por lo tanto, la suplementación con vitamina D en el embarazo y la infancia juega un papel importante en la regulación del sistema inmunológico, siendo relevante para las condiciones alérgicas.

Referencias bibliográficas

Sugerencia del estudio:
¿Qué protocolo de tratamiento de la deficiencia de vitamina D?

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Carvalho: alergias alimentarias y nutrición

Artículo:
Vitamina D y alergia
Jones AP, Tulic MK, Rueter K, Prescott SL. Vitamina D y enfermedades alérgicas: ¿luz solar al final del túnel? Nutrientes. 2012; 4(1):13-28. https://doi.org/10.3390/nu4010013

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