La enfermedad del hígado graso no alcohólico (NAFLD) tiene una prevalencia del 25% en la poblaciónL, siendo considerada la enfermedad hepática más común en todo el mundo. Se asocia con varios casos de obesidad central o diabetes. Además, en los casos en que no se utiliza la intervención, se observan resultados que pueden progresar a esteatohepatitis avanzada, así como a fibrosis, cirrosis y carcinoma hepatocelular. En vista de ello, Los estudios informan sobre el impacto del estrés oxidativo y la inflamación en NAFLD, por lo que se ha demostrado que la vitamina C desempeña un papel protector potencial contra esta enfermedad.
La vitamina C es un antioxidante soluble en agua eficaz, tiene un efecto en la eliminación del exceso de radicales libres en el cuerpo y un efecto protector sobre el daño tisular causado por el estrés oxidativo. Además, los estudios también asocian la ingesta de vitamina C con homeostasis de la glucosa en pacientes con NAFLD.
Vitamina C y adiponectina
Vale la pena mencionar que la adiponectina es una marca relacionada con la sensibilidad a la insulina y los efectos antiinflamatorios, y la reducción de sus niveles se asoció con la patogénesis del hígado graso no alcohólico. Al igual que la literatura, la literatura destaca que esta reducción es un factor de riesgo para desarrollar NAFLD. En vista de ello, La suplementación con vitamina C además de aumentar sus niveles plasmáticos, también aumentó los niveles de adiponectina y adiponectina de alto peso molecular.
Vitamina C x Vitamina E
La vitamina E es ampliamente utilizada como agente antioxidante, y el estudio más grande que la involucró mostró un efecto superior al de la pioglitazona en la mejora de las características histológicas y bioquímicas en individuos con NAFLD. Sin embargo, la vitamina E se asoció, cuando se administró durante 2 años, con una mayor resistencia a la insulina y a los triacilgliceroles plasmáticos, así como con un exceso de mortalidad en ensayos de prevención primaria y secundaria.
Además, la vitamina E es liposoluble y puede acumularse después del uso a largo plazo, mientras que la vitamina C es soluble en agua y notablemente segura, incluso de 10 a 100 veces la dosis diaria recomendada cuando se toma por vía oral. Por lo tanto Los estudios demuestran que la suplementación con vitamina C combinada con vitamina E y resveratrol puede aliviar la esteatosis hepática.
Vitamina C y microbiota intestinal
La microbiota intestinal y la disfunción del eje intestino-hígado son factores para la progresión de NAFLD, así como para el desarrollo de etapas inflamatorias y fibróticas más graves. Por lo tanto, varios estudios han sugerido que, además de los cambios en la adiponectina, los cambios en la microbiota intestinal también pueden ser un aspecto importante para el progreso de esta enfermedad.
Por lo tanto, la investigación ha demostrado que la suplementación de 1.000 mg / día de vitamina C durante 12 semanas se asoció con la mejora de la microbiota intestinal de los pacientes con hígado graso no alcohólico, es decir, ha habido un aumento de la biodiversidad y un aumento de la proporción relativa de bacterias beneficiosas. Mejor dicho, esta suplementación aumentó la proporción de Bacteroidetes considerados como bacterias buenas.
Beneficios en hombres
Uno de los resultados encontrados en la literatura es que los hombres parecían obtener más beneficios de la suplementación con vitamina C que las mujeres.. Esto puede explicarse por el hecho de que los hombres generalmente comen menos verduras y frutas frescas al día, lo que corrobora los niveles más bajos de vitamina C antes de la suplementación. Es decir, los hombres tenían niveles plasmáticos de vitamina C más bajos antes de la intervención que las mujeres, por lo que cuando se suplementaron las diferencias en los niveles plasmáticos iniciales y finales fueron considerablemente mayores en comparación con las mujeres.
Práctica clínica
En resumen, se ha demostrado que la suplementación con vitamina C es beneficiosa para promover la recuperación de la función hepática y la sensibilidad a la insulina en pacientes con NAFLD. Esta es una opción adjunta para el tratamiento de NAFLD, así como el cambio en el estilo de vida y el uso de la terapia antioxidante son ampliamente utilizados como prevención.
Referencias
Sugerencia de lectura:
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Artículo
Vitamina C y NAFLD
C: He Z, Li X, Yang H, et al. Efectos de la suplementación oral con vitamina C en la salud del hígado y parámetros asociados en pacientes con enfermedad del hígado graso no alcohólico: un ensayo clínico aleatorizado. Fronteras en nutrición. 2021;8. doi:https://doi.org/10.3389/fnut.2021.745609