¿Qué son?
Las hormonas son mensajeros químicos producidos por un determinado órgano y liberados en el torrente sanguíneo para producir su efecto en un órgano objetivo distante. Existen numerosas hormonas en el cuerpo humano, cada una con efectos específicos. Algunos de los principales y más conocidos son la insulina, testosterona, oxitocina, estrógeno, progesterona, glucagón, GH, cortisol, hormonas tiroideas, entre muchos otros.
¿Para qué sirve?
Cada hormona tiene una función específica del órgano, y su acción se produce a través de receptores, es decir, siempre actuará solo en lugares donde haya receptores específicos para ella. Su conexión con el receptor conducirá a cambios dentro de la célula específica, que luego tendrá una respuesta en el cuerpo. Las hormonas pueden regular su propia liberación por medio de un mecanismo de retroalimentación (retroalimentación), naturalmente hecho por el cuerpo.
Cambios hormonales importantes
Varias situaciones pueden alterar los niveles de hormonas en el torrente sanguíneo, desde su producción insuficiente, como en el hipotiroidismo, así como un exceso de producción debido a la hipertrofia glandular, como en el caso del hiperparatiroidismo. También puede haber alteraciones en los receptores en la célula, como la resistencia a la acción de la insulina, lo que conduce a una menor respuesta de esta hormona internamente. Variables como la edad (cuanto más joven, mayor producción de GH), el sexo (los hombres tienen mayor producción de testosterona que las mujeres, que producen más estrógeno y progesterona) y la etapa de la vida (las mujeres embarazadas han aumentado la producción de hCG) también modifcam la cantidad y el tipo de hormona que produce el cuerpo.
¿Cuándo necesita restablecer las hormonas?
Algunas enfermedades específicas, como la diabetes tipo 1, pueden requerir reemplazo hormonal. En este caso, una autoinmunidad provoca en el páncreas la destrucción de las células beta, que producen insulina, por lo tanto, para posibilitar la vida de estos pacientes, se realiza la sustitución por jeringas de insulina. De lo contrario, las hormonas también se pueden utilizar como recursos ergogénicos, lo cual es bastante común con la testosterona y los análogos que se utilizan como esteroides anabólicos. Su efecto es aumentar la ganancia de masa magra y optimizar la pérdida de grasa al mismo tiempo, un proceso que es relativamente complicado sin el uso de estos recursos, pero es muy deseado por los atletas y la población en general.
Es importante recordar los riesgos para la salud de los esteroides anabólicos, que aumentan la presión arterial, aumentan el riesgo cardiovascular, pueden causar tumores de hígado y páncreas, provocar cambios en la coagulación de la sangre y el colesterol y pueden generar impotencia sexual.
Referencia
Sugerencia de lectura:
Esteroides anabólicos en el deporte y la salud
Libro: MOLINA, Patricia E. Fisiología Endocrina-5. McGraw Hill Brasil, 2021.