¿Qué es?
La depresión es un trastorno afectivo, siendo considerada una patología multifactorial con una prevalencia estimada del 19%, es decir, aproximadamente 1 de cada 5 personas presenta el problema en algún momento de la vida. En el sentido patológico, es una enfermedad, con una serie de evidencias que muestran cambios químicos en el cerebro del individuo deprimido, especialmente en lo que respecta a los neurotransmisores (serotonina, norepinefrina y, en menor medida, dopamina). Además de estar relacionados con la presencia de tristeza, pesimismo y baja autoestima, que a menudo parecen combinarse entre sí.
Diagnóstico de depresión
El diagnóstico es clínico, realizado por un médico después de la recopilación completa de la historia del paciente y un examen del estado mental. No se utilizan pruebas de laboratorio específicas para diagnosticar esta afección. Además, es importante considerar que existen algunos subtipos de depresión, como la depresión estacional, depresión bipolar, depresión psicótica, distimia, entre otras.
¿Cómo funciona la depresión?
Algunos de los principales síntomas según el Ministerio de Salud incluyen: estado de ánimo deprimido, tristeza la mayor parte del día durante al menos 2 semanas, reporta pérdida de interés en las cosas del día a día y presenta desánimo, cansancio, pérdida de energía. También puede haber disminución de la concentración, atención, autoestima y apetito, así como un cambio en el sueño. Pensamientos como ideas de culpa e inutilidad, voluntad o acto de herir o suicidarse, visiones desodecisas y pesimistas del futuro pueden ser parte de la imagen. A veces, las personas con depresión no informan estos sentimientos e ideas, porque tienen prejuicios sobre este problema, pero informan síntomas físicos, como sentir molestias en los latidos del corazón, estreñimiento, dolores de cabeza, dificultades digestivas.
¿Cuándo necesitas suplementar?
El tratamiento convencional para la depresión son los medicamentos antidepresivos combinados con psicoterapia. Estos no deben dejarse de lado en un tratamiento, pero también se debe tener en cuenta que estudios recientes comienzan a mostrar que la suplementación con probióticos ya muestra un efecto significativo en mejores condiciones de depresión. La suplementación con ácidos grasos omega-3 y vitamina D también ha sido una alternativa interesante, pero se necesitan más estudios para confirmar su efectividad.
Referencias
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Liu RT, Walsh RFL, Sheehan AE. Prebióticos y probióticos para la depresión y la ansiedad: una revisión sistemática y metanálisis de ensayos clínicos controlados. 2019 Julio;102:13-23. doi: 10.1016/j.neubiorev.2019.03.023. Epub 2019 Abr 17. PMID: 31004628;