La cafeína es el psicoestimulante más utilizado en los países occidentales, con propiedades antioxidantes, antiinflamatorias y antiapoptóticas. En la enfermedad de Alzheimer (EA), la cafeína es beneficiosa y también se han observado efectos similares en pacientes con enfermedad de Parkinson. Lea más sobre los efectos neuroprotectores de la cafeína en las enfermedades neurodegenerativas
La cafeína en las enfermedades neurodegenerativas
La cafeína (1,3,7-trimetilxantona) es un psicoestimulante ampliamente utilizado. Está contenido en café, té, bebidas energéticas, cacao, entre otros. Después del consumo, la cafeína es absorbida rápidamente por el tracto gastrointestinal y la concentración más alta de cafeína en la sangre se alcanza 30-60 minutos después de la ingestión. Concentraciones similares de cafeína se encuentran en el cerebro, lo que sugiere que la cafeína puede cruzar fácilmente la barrera hematoencefálica debido a su naturaleza hidrófoba. Los niveles promedio de consumo de cafeína causan alerta y reducen la fatiga, lo que lleva a un mejor rendimiento en tareas psicomotoras que requieren reacciones rápidas.
La cafeína y la enfermedad de Alzheimer
La enfermedad de Alzheimer es una enfermedad neurodegenerativa progresiva e irreversible que conduce a deficiencias cognitivas, conductuales y de memoria. Las características histopatológicas incluyen depósitos extracelulares de placas difusas y neuríticas. Recientemente, la cafeína ha despertado interés científico debido a su potencial como compuesto antioxidante, capaz de proteger contra el estrés oxidativo, que puede ayudar en la enfermedad de Alzheimer.
La cafeína y la enfermedad de Parkinson
La enfermedad de Parkinson (EP) se caracteriza por bradicinesia (movimiento lento), rigidez e inestabilidad postural. La etiología no se entiende completamente, pero se cree que es la consecuencia de la pérdida de neuronas dopaminérgicas, lo que resulta en déficit de dopamina. El insulto neuronal es causado principalmente por el estrés oxidativo excesivo, lo que lleva a proteínas dañadas, ADN y lípidos. La mayoría de las especies reactivas de oxígeno se inician a partir de la microglía, que se activa por ciertos factores inflamatorios o genéticos. Los datos sugieren que la cafeína puede conferir neuroprotección contra la degeneración de la neurona dopaminérgica subyacente y puede influir en la aparición y progresión de la enfermedad de Parkinson.
Práctica clínica
La cafeína ejerce sus efectos por diferentes vías, incluyendo el antagonismo de los receptores de adenosina, la inhibición de la fosfodiesterasa y la activación de los receptores de rianodina. Sin embargo, a niveles medios de consumo de cafeína (210-238 mg/d), el principal mecanismo de acción es el antagonismo de los receptores de adenosina. El consumo de cafeína, en dosis de 3-5 mg / kg, se asocia con un menor riesgo de enfermedad de Alzheimer y enfermedad de Parkinson en estudios epidemiológicos y preclínicos.
Referencias bibliográficas
Sugerencia de estudio: cafeína
en el deporte, el ejercicio y la capacidad cognitiva
Vea el video en Science Play with
Snack Jr: Actuaciones neurológicas y fisiológicas a través de la cafeína
Artículo:
Cafeína y
enfermedades neurodegenerativas – Kolahdouzan M, Hamadeh MJ. Los efectos neuroprotectores de la cafeína en enfermedades neurodegenerativas. SNC Neurosci Ther. 2017;23(4):272-290. doi:10.1111/cns.12684