La vitamina C contribuye a la defensa inmune al apoyar diversas funciones celulares del sistema inmune inculcado y adaptativo. La vitamina C apoya la función de barrera contra los patógenos y promueve la actividad de eliminar los oxidantes de la piel, protegiendo contra el estrés oxidativo ambiental. Además, se acumula en fagocíticos, como los neutrófilos, y puede aumentar la quimiotaxis, la fagocitosis, la generación de especies reactivas de oxígeno y, finalmente, la muerte microbiana. Ahora conozca la relación de la vitamina C y la inmunidad.
La vitamina C y la inmunidad
La vitamina C es un nutriente esencial que no puede ser sintetizado por los seres humanos debido a la pérdida de una enzima clave en la vía biosintética. La deficiencia severa de vitamina C resulta en una enfermedad potencialmente mortal, el escorbuto. Esta enfermedad se caracteriza por el debilitamiento de las estructuras de colágeno, lo que resulta en una mala cicatrización de heridas y una inmunidad deteriorada. Las personas con escorbuto son altamente susceptibles a infecciones fatales como la neumonía. A su vez, las infecciones pueden afectar significativamente los niveles de vitamina C debido al aumento de la inflamación y los requisitos metabólicos.
En general, la vitamina C parece ejercer una multitud de efectos beneficiosos sobre las funciones celulares, tanto del sistema inmune ininado como adaptativo. Aunque la vitamina C es un potente antioxidante que protege al cuerpo contra los desafíos oxidativos endógenos y exógenos. Es probable que su acción cofactorial tenga un gran impacto, ya que numerosas enzimas biosintéticas y reguladoras de genes desempeñan un papel clave en sus efectos inmunomoduladores.
La vitamina C estimula la migración de neutrófilos al sitio de la infección, aumenta la fagocitosis, la generación de oxidantes y la muerte microbiana. Al mismo tiempo, protege el tejido huésped del daño al aumentar la apoptosis de neutrófilos y la eliminación de macrófagos, y disminuir la necrosis.. Por lo tanto, es evidente que la vitamina C es necesaria para que el sistema inmunológico se ensamble y mantenga una respuesta adecuada contra los patógenos, evitando daños excesivos al huésped. Además, parece ser capaz de prevenir y tratar infecciones respiratorias y sistémicas mediante la mejora de diversas funciones de las células inmunes.
Práctica clínica
La prevención profiláctica de la infección requiere la ingesta de vitamina C en la dieta que proporcione al menos niveles plasmáticos adecuados, es decir, 100-200 mg / día. Por el contrario, el tratamiento de infecciones establecidas requiere dosis significativamente más altas (gramos) de la vitamina para compensar el aumento de la demanda metabólica.
Referencias bibliográficas
Sugerencia de estudio:
Suplementación con vitamina C en el estrés oxidativo
Vea el video sobre Science Play con Gabriel de Carvalho:
Nutrición e inmunidad en tiempos de covid-19
Artículo: Vitamina C e inmunidad – Carr AC, Maggini S. Vitamina C y función inmune.
Nutrientes
. 2017;9(11):1211. Publicado 2017 Nov 3. doi:10.3390/nu9111211