Según algunos datos, la calidad del semen humano se ha deteriorado del 50% al 60% en los últimos 40 años. Una dieta alta en grasas y la obesidad, como resultado de un estilo de vida poco saludable, afectan la estructura de los espermatozoides, así como el desarrollo de la descendencia y su salud en etapas posteriores de la vida.
En individuos obesos, se observan alteraciones en el eje hipotálamo-hipófisis-gonadal, así como altos niveles de estrógeno con disminución simultánea de la testosterona. Los modelos de dieta saludable se correlacionan claramente con una mejor calidad del esperma y un menor riesgo de anomalías en parámetros como el recuento de espermatozoides, la concentración y la motilidad de los espermatozoides. Además de los componentes minerales como el zinc y el selenio, se debe enfatizar el papel de los ácidos grasos omega-3 y las vitaminas antioxidantes, ya que su acción se basará principalmente en minimizar el estrés oxidativo y el proceso inflamatorio. Además, la incorporación de suplementos de carnitina y coenzima Q10 en intervenciones terapéuticas también parece prometedora.
Alimentación masculina y fertilidad
La dieta occidental se caracteriza por una alta ingesta de proteínas animales, ácidos grasos saturados y carbohidratos trans y simples, así como un bajo suministro de fibra dietética y ácidos grasos insaturados esenciales. Además, es hipercalórico, proinflamatorio y con baja densidad nutricional.
Una dieta rica en alimentos procesados y, según algunas fuentes, carnes rojas, productos lácteos grasos, café, alcohol y dulces, simultáneamente deficiente en granos enteros, verduras y frutas, aves, pescados y mariscos, nueces y productos lácteos se asocia con parámetros de semen más pobres y fertilidad reducida. Una dieta alta en grasas y la obesidad, promovida por un estilo de vida poco saludable, afectan la estructura de los espermatozoides. Por lo tanto, se observaron patrones dietéticos inadecuados, como omisiones de comidas, ingesta insuficiente de antioxidantes y alta densidad energética en hombres infértiles.
La nutrición puede afectar negativa y positivamente la calidad del semen. La dieta debe incluir verduras y frutas, pescado y mariscos, nueces, semillas, granos enteros y productos ricos en fibra. Además, aves de corral y productos lácteos bajos en grasa. Por otro lado, el bajo consumo de frutas, verduras y productos con potencial antioxidante y alto aporte calórico puede ser perjudicial. Además de una dieta rica en ácidos grasos saturados y grasas trans, el bajo consumo de pescado y una alta proporción de carne roja y procesada tienen un impacto negativo en la calidad del semen. Todo esto puede contribuir a la reducción de la fertilidad masculina. Por lo tanto, un cambio en el estilo de vida, especialmente con respecto a la alimentación, parece ser indispensable con respecto a la infertilidad masculina asociada con la calidad del semen.
Referencias bibliográficas
Sugerencia de estudio:
La creatina como un suplemento prometedor para la fertilidad masculina
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Faria: Mitocondrias e infertilidad
Artículo: Fertilidad masculina
– Skoracka K, Eder P, Łykowska-Szuber L, Dobrowolska A, Krela-Kaźmierczak I. Dieta y factores nutricionales en factores masculinos (in)fértiles-subestimados. J Clin Med
. 2020;9(5):1400. Publicado el 9 de mayo de 2020. doi:10.3390/JCM9051400