El papel de la nutrición en la alergia alimentaria se ha vuelto mucho más aceptado en los últimos años. Se ha visto que los principales alimentos alergénicos en la infancia son la leche, el huevo, el trigo y la soja, que también está presente en muchos alimentos y, por lo tanto, evitarlo puede ser problemático desde el punto de vista nutricional. Por lo tanto, los niños con alergia alimentaria pueden tener su crecimiento comprometido por la restricción, especialmente en el prediagnóstico, cuando los alimentos pueden ser excluidos sin ningún aporte nutricional especializado. El manejo de una alergia alimentaria sigue siendo en gran medida la exclusión de los alimentos, pero ahora está claro que al hacerlo, los niños en particular pueden estar en riesgo nutricional si no se les presta suficiente atención al resto de la dieta.
Alimentos y alergias
La dieta y la nutrición juegan un papel importante en el desarrollo y tratamiento de la alergia alimentaria. La dieta de las mujeres embarazadas puede tener un efecto en su descendencia en términos de resultados alérgicos. Una serie de factores de confusión pueden influir en esto, con una dieta rica en frutas y verduras, pescado, alimentos ricos en vitamina D asociados con un menor riesgo de enfermedad alérgica en sus hijos. Más sorprendentemente, también se ha demostrado que el consumo de leche tiene un efecto protector. Del mismo modo, la dieta del niño también puede ser importante, no solo en términos de lactancia, sino también en el momento de la lactancia.
La introducción de alimentos complementarios, la diversidad de la dieta y el efecto de los alimentos juegan un papel importante en el desarrollo de la alergia. Un factor que ha demostrado claramente que no influye en el desarrollo de alergias alimentarias es evitar los alérgenos por parte de las mujeres embarazadas. Además, en la dieta infantil, la manipulación del microbioma intestinal para prevenir el desarrollo de la enfermedad atópica es claramente un área que promete mucho. La dieta en la prevención de alergias proviene de estudios que evalúan los patrones de alimentación infantil que pueden proteger la salud intestinal al consumir grandes cantidades de frutas y verduras. Así como el consumo de pescado durante el primer año de vida también ha demostrado ser protector.
Práctica clínica
El papel de los alimentos en la prevención de la alergia ha sido bien observado, pero todavía no hay una imagen clara de la exactitud de los efectos de la dieta sobre los resultados alérgicos en la madre o el niño. Por lo tanto, el objetivo principal del apoyo nutricional en el embarazo y la infancia debe ser la promoción de la salud, con una ingesta equilibrada de pescado, leche, huevos, cereales, frutas y verduras, y la atención para optimizar la introducción de alimentos alergénicos y garantizar una dieta variada. Sin embargo, está muy claro que los niños con alergias alimentarias corren el riesgo de sufrir retraso en el crecimiento y falta de nutrientes esenciales que pueden conducir a enfermedades de deficiencia como el raquitismo y el bocio. El seguimiento nutricional es esencial en condiciones de alergia, con el fin de personalizar la alimentación de acuerdo con las necesidades y reducir el riesgo nutricional.
Referencias bibliográficas
Sugerencia de estudio: ¿
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Carvalho: alergias alimentarias y nutrición
Artículo: Nutrición y alergia –
Skypala IJ, McKenzie R. Problemas nutricionales en la alergia alimentaria. Clin Rev Alergia Immunol
. 2019;57(2):166-178. doi:10.1007/s12016-018-8688-x